Una banda de delincuentes concretó dos ataques en diferentes fincas del este tucumano, donde las cámaras de seguridad captaron como desvalijaban dos galpones, concretando en el segundo un golpe que, según sus dueños, provocó una gran pérdida económica que pone en riesgo su continuidad en la actividad agrícola.
Los investigadores creen que se trataría de la misma gavilla de ladrones que el jueves último, en horas de la madrugada, concretó un tercer ataque de las mísmas características.
Andres Briz, agricultor de Ranchillos, dio detalles del último de los robos que sufrió en uno de sus campos. «Entraron en uno de los depósitos y nos saquearon. Se llevaron prácticamente todos los elementos de trabajo que teníamos”, aseguró.
Los artículos robados a los que hizo referencia eran recipientes con agroquímicos y cubiertas para tractores, camiones y una máquina cosechadora, botin que según el damnificado, ascendería a unos $ 10 millones.
El agricultor aseguró que los autores del robo parecían tener conocimiento del lugar, porque llegaron bien preparados, tanto que hasta dispusieron de una escalera que utilizaron como puente sobre una acequia para hacer pasar los neumáticos que sustrajeron.
Según Briz las cámaras de seguridad del lugar captaron al mismo ladrón que un mes atrás ingresó a otra finca que explota, en la zona de El Empalme, donde también quedó registrado en imágenes. Y cuando compartió las mismas en un grupo de WhatsApp, otros agricultores también lo reconocieron.
Los productores agrarios están convencidos que se trata de una misma organización, que se las arregla para obtener datos claves, ya sea realizando tareas de inteligencia o bien con la ayuda de un informante, que les pasa datos para facilitar el acceso a los galpones.
Mientras sufren pérdidas millonarias y esperan avances por parte de la Policía y la justicia, los agricultores tucumanos temen que el próximo ataque tenga un final trágico como el que sufrió José Porcel, asesinado cuando su finca fue asaltada, hace dos años.
Fuente: Contexto Tucumán