Cecilia Moya, una docente de inglés tucumana de 52 años, murió a las 24 horas de haber sentido los síntomas del dengue, el jueves último.
“Es terrible, mucha gente está muriendo. Y son jóvenes y sanas”, dijo su hermana, Alejandra.
La última vez que se comunicó con su hermana, Cecilia le dijo que creía estar con dengue, que no tenía hambre y que no se sentía bien.
Cecilia aparentemente estaba deshidratada y por eso su cuadro se complicó. “Ella era una persona muy saludable: tenía 52 años, hacía crossfit y jugaba al hockey. Era docente de inglés en tres establecimientos: San Patricio, Nueva América y Nueva Siembra”, describió Alejandra.
El fallecimiento de Moya se suma a otras docentes víctimas del dengue: una maestra de Leales y la vicerrectora del Colegio Nacional. Y además de otras dos personas jóvenes que también fallecieron en cuestión de horas por la enfermedad, una psicóloga de 34 años y un joven de 19 años.
Profesores, alumnos y las familias se mostraron conmocionados en las redes al despedirse de “Miss Cecilia”. “Volviendo a despedir a una compañera por esta maldita enfermedad, a la que creo, aún nadie le encontró la vuelta”, protestó Cecilia Fernández, quien lamentó que en la última semana había despedido a dos personas queridas, jóvenes, internadas con esta grave patología.
“Una víctima más de esta epidemia tan triste. Se nos fue la Miss, una de las profe con más vocación que conocí en mi vida”, añadió Luciana Herrera.
Mientras la epidemia de dengue sigue avanzando, otra de las noticias que generó preocupación fue que el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Alberto Sánchez, se encuentra afectado por la enfermedad.
Empezó con los síntomas el viernes y ayer ya no tenía fiebre. “Estoy unido al sufrimiento de tantos hermanos contagiados. Rezando al Señor de la Salud por todos”, señaló.
“Hemos notado un aumento de casos el fin de semana largo. Y actualmente hay un número de casos estables, con mucha consulta de pacientes. Tenemos una buena capacidad de respuesta en nuestras guardias, donde muchos pacientes requieren hidratación”, explicó el ministro de Salud, doctor Luis Medina Ruiz.
Y reiteró la importancia buscar ayuda a tiempo: “una persona que está con fiebre alta, dolor de cuerpo y con incapacidad para hidratarse adecuadamente, debe consultar. La hidratación es fundamental en esta enfermedad. Hay que cuidarse, es muy importante la eliminación de recipientes con agua. Estas lluvias que hemos tenido estos días atrás generan criaderos de mosquitos”, resaltó.
El gobernador Osvaldo Jaldo confirmó que la Provincia decidió comprar vacunas y que inmunizará, en las próximas semanas, a personal de la Policía, de la salud, de la docencia tucumana y “a todos aquellos que trabajan en servicios esenciales”, anunció el mandatario. “Esta primera compra de vacunas también será para sectores que el ministro de Salud considere y de acuerdo con los protocolos internacionales”, explicó, sin anunciar plazos. Aclaró que “las compras van a ser por etapas”.
“Vacunando a la gente nos estamos preparando para lo que se viene. Ojalá bajen los casos y en la próxima temporada tengamos menos contagios. Una persona que se vacune no quiere decir que no se va a contagiar”, reparó Jaldo. También aclaró que la vacuna es optativa, no es obligatoria. “Habrá personas que no se pueden vacunar, porque ya tuvieron dengue -indicó-. Pero en un principio la idea es comprar 100.000 dosis, con vacunas que cuestan cada una U$S 28. Estamos hablando de $3.000 millones que el Gobierno no considera un gasto, sino una inversión”.
El ministro de Salud, Luis Medina Ruiz, apuntó que es una inversión muy costosa y es una decisión oportuna. Detalló: “la vacuna se aplicará en dos dosis; la segunda se inocula a los tres meses de la primera y la inmunidad se obtiene luego de 15 o 20 días, por lo que hay que seguir cuidándose”.
El funcionario precisó además: “esta protección es para la próxima temporada o si no podemos erradicar al mosquito este año, ya que Argentina tiene lugares que son endémicos y el virus no se va ni siquiera en invierno”.