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Es un truco que pasa inadvertido, pero si te enganchás podés quedarte más tiempo del que planeabas en una plataforma online.

Ver un episodio en Netflix y que el siguiente comience de inmediato, deslizarse para abajo en Twitter, Instagram, TikTok o Facebook y experimentar que el contenido es ilimitado.

Esto que los usuarios digitales vivimos a diario tiene un nombre: scroll infinito. “Se refiere a un diseño de sitios y apps implementado para captar la mayor cantidad de atención del usuario, en base a la generación secuencial de contenidos, conforme este va deslizándolos en pantalla, permanentemente, sin que dejen de aparecer –explica Pedro Damián Orden, especialista en tecnología y presidente del Colegio de Sociólogos de la Provincia de Buenos Aires–. Un fenómeno característico de nuestra época es la producción constante de información y estímulos digitales. En este contexto, la atención de las personas se ha transformado en un activo esencial para el modelo de negocios del ecosistema digital. La creencia común que subyace en este campo es que a medida que las personas pasan más tiempo en una plataforma, mayor es la cantidad de bienes y servicios consumidos allí dentro. Esta dinámica podría ser comparable al diseño espacial de un shopping, circular, sin ventanas, donde todas las interacciones ocurren dentro de una misma estructura. Tal es así, que las empresas basan parte de sus desarrollos en formas innovadoras, capaces de captar la mirada e interés de los usuarios por el mayor tiempo posible, y el scroll infinito es una de ellas”.

En la práctica, a los usuarios les resulta cómodo porque pueden desplazarse sin problemas por publicaciones o artículos, en lugar de hacer clic en las páginas, pero el problema es cuando la persona queda atrapada en ese sitio o app mucho más tiempo del que tenía previsto. El scroll infinito permite a los usuarios consumir un servicio digital sin advertir cuánto ya han consumido.

Fuente: La Nación

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